Este plan tuvo como objetivo ordenar de manera sostenible el uso de la zona costera y marina de la Isla de Sal, en el marco del Programa “Resilient Tourism and Blue Economy Development”, cofinanciado por el Banco Mundial. Las acciones realizadas incluyeron el diagnóstico ambiental y socioeconómico, la definición de la zonificación y regulación del uso del suelo, la integración de medidas frente al cambio climático y los riesgos costeros, la participación ciudadana y la elaboración de normativa y documentación técnica para su aprobación.